Ángel Sachiel

Ángel Sachiel

Virtud: Moderación y transmutación.

Color: Violeta o Malva.  Piedra o gema: Amatista.
Es el Ángel del carisma.



Representante del pequeño ciclo de la existencia y que está bajo la regencia de Samahel. Su nombre proviene del hebreo y significa “Rectitud de Dios”. Cuando su energía se encuentra en el interior del ser humano lo hace encaminado hacía la comprensión de todas las pruebas y a asimilarlas como peldaños que lo hacen ascender hacía la meta que le desvelará su orden divino.

Es un ángel generador de suerte y fortuna. Es el ángel de los cuatro elementos. Se le considera ángel de la riqueza y de la caridad, de la plenitud y de la abundancia.

Posiblemente se trata de uno de los ángeles más antiguos y tiene como misión proporcionar bienestar, poderío, prestigio y, en ocasiones, dinero. La necesidad de poseer ciertas riquezas materiales con las cuales poder llevar una vida digna y relativamente feliz, se plasma en las plegarias y oraciones. Aunque la posesión de riquezas pudiera ser un elemento perjudicial para evolucionar espiritualmente, también se considera que el pobre está pagando algún karma anterior. Por tanto, quienes deseen más riquezas deberán implorar a este ángel, lo mismo que quienes deseen más salud o energía, pues el bienestar forma parte del instinto de supervivencia.


 

 

Es el ángel que está más cerca del mundo material, siendo su ayuda eficaz para todo lo relacionado con el mundo laboral y financiero.

Esta energía otorga a quien es capaz de despertarla el éxito y el liderazgo. Éxito en las oposiciones de la vida y también en los juicios. Despierta la razón hacia una realidad superior e impide confusiones. Es el gran aclarador.

También ayuda en los problemas familiares, sociales y en las enfermedades sanguíneas.

Oración

Querido ángel Sachiel:
“Te invoco para solicitar tu comprensión y ayuda.
Te pido que me ayudes a mejorar mi situación económica.
Muchas gracias, ángel Sachiel, porque sé que ya me lo has concedido”. Amén.




ORACIÓN
 
“Ángel Sachiel,
yo te invoco
por el Santo e Impronunciable Nombre de tu Creador
con el que Comulgas en tu Chispa Divina,
para que me seas propicio en este día que tú gobiernas,
para que veles por mí
y para que me otorgues tus Virtudes angélicas.
Te invoco y te pido la fortaleza que me hace falta
para conseguir y proseguir mis obras de Bondad
y llevar a buen término mis trabajos cotidianos.
Sé que mis palabras o mis silencios serán fructíferos,
mis pasos no estarán errados,
y que obtendré de ti tus Virtudes
que son grandes Benefactoras.
Tú que Vives en el Todopoderoso Dios
por los siglos de siglos.
Amén.”