Juego
de niños
Argumento
Luisa es una escritora divorciada dos
veces, madre de Elba, una hija que concibió en un “viaje de apareamiento” y a
la que siempre ha dicho que es adoptada, para evitar explicar la realidad de su
concepción.
Es
una mujer apacible, burguesa, que ha conseguido un cierto equilibrio emocional
con Enrique, un hombre pragmático y cariñoso, con el que mantiene una relación
estable, sin sobresaltos.
Escribe novelas de intriga que tienen por
protagonista a Carmen O’Inns, mezcla de caribeña e irlandesa, una psiquiatra
que resuelve casos imposibles con la sola ayuda de su gran atractivo y su
portentoso cerebro. Su nuevo thriller pretende tratar de la maldad en estado
puro, y en especial de la maldad de los niños porque ¿hay algo más aterrador
que la crueldad infantil?
Así, la novela de Luisa comienza con el
asesinato de un niño en un prestigioso colegio. La novelista está en esa etapa
de la creación literaria en la que tiene que dar vida a los sospechosos del
crimen, que serán dos adultos, una profesora y el padre de la víctima y dos
niños, compañeros del colegio, pero que aún no tiene bien definidos.
Paralelamente a las cavilaciones
literarias de Luisa, su vida está sufriendo transformaciones importantes. En
primer lugar, Elba, su hija, va a cambiar de colegio y asistir al mismo en el
que ella estudió de niña y coincidiendo con esta circunstancia, la novelista ha
decidido contar a su hija la verdad sobre su nacimiento, ya que la niña parece
obsesionada por descubrir sus raíces. Pero cuando Elba escucha la verdad no
parece creer a su madre y Luisa piensa que quizá ha cometido un error de
consecuencias imprevisibles.
Mientras desarrolla la trama de su novela,
Luisa se da cuenta de que los hechos que narra tienen mucho que ver con un
episodio casi olvidado de su propia infancia. La muerte accidental de un
compañero durante un juego en el que Luisa tomaba parte. El niño muerto,
Antonio, era hermano gemelo de Miguel y ambos amigos de Sofía, una niña mimada
y segura de sí misma. Los cuatro jugaban a policías y ladrones cuando Sofía y
Antonio se subieron a un gran macetero que terminó por volcar. Miguel optó por
agarrar a Sofía, y su hermano terminó desnucado contra el borde de un estanque
vacío.
Para su sorpresa, el primer día que
acompaña a su hija al colegio, Luisa se encuentra con estos dos amigos casi
olvidados. Sofía, que ha perdido su belleza y su posición social, aunque no su
fuerte personalidad y que ahora imparte clases en su antiguo colegio y Miguel,
padre de Miki, un niño tímido que coincide en la clase con Elba y con Avril, la
hija de Sofía.
Poco a poco, la ficción de la novela que
escribe Luisa y la realidad de su vida comienzan a entrelazarse de una forma
cada vez más inquietante. Elba y Avril se convierten en inseparables hasta que
conocen a Tony, el hijo adulto de Miguel de un anterior matrimonio que lleva el
nombre de su tío muerto y que adora a su hermano pequeño.
Poco tiempo después, Miki muere al caer
por las escaleras del colegio. Luisa, ayudada por Enrique, su pareja, intenta
investigar las circunstancias de la muerte y descubren que Miki pudo no estar
tan solo como se dijo al caer por las escaleras. Pero lo más sorprendente es
que los posibles sospechosos son: Sofía, Avril, Elba y también Miguel, el padre
de Miki; todos ellos tienen alguna razón para cometer el crimen. ¿La vida se
repite?, ¿La realidad imita la ficción?
Opiniones
Genial y magistral. La novela te atrapa
irremediablemente.
“Juego de niños” es una novela construida
con pericia y profesionalidad. Carmen Posadas domina con soltura la técnica
literaria y nos da una verdadera lección de escritura. Tiene cultura, domina
como nadie la sintaxis y la gramática.
El libro no tiene una gran tensión en
cuanto a la trama, pero hay capítulos que son memorables.
“Juegos de niños” es el tema para piano de
George Bizet uno de sus músicos favoritos.
La novela sigue la estructura de una
novela dentro de otra. En realidad, es como tres historias concéntricas, que se
entrelazan y se mezclan. Se trata de una novela bastante compleja de notable ambición.
Trata muy bien los claroscuros de las relaciones de amistad.
Un motivo capital de la obra es el
carácter de la infancia como una etapa marcada por una crueldad perversa e
inexplicable, y no como edad inocente. Esta idea no convencional y
políticamente incorrecta funciona al modo de tesis, y habría bastado con ella
para hacer un entero relato conflictivo y no poco interesante. "El niño es
un ser en estado puro, con todo lo bueno y todo lo malo. Todavía no ha
aprendido a medir y a veces su crueldad puede ser enorme", afirma la
escritora, que admite la influencia de la rica tradición anglosajona (desde “El
señor de las moscas” a “Huracán en Jamaica”) de niños malos literarios.
Sin embargo, Carmen Posadas añade otras
cuestiones interesantes en el libro:
La más repetida es el problema de la
verdad y las apariencias, sostenido en el principio de que nada es lo que
parece.
También insiste en un tema muy de su
predilección, los misterios y secretos, conscientes o inconscientes, haciendo
que los comportamientos queden determinados por esas zonas oscuras de la
psique; en fin, se muestra con insistencia que la vida es el reino de la
casualidad.
Menos espacio explícito, pero no pequeña
importancia, poseen los apuntes sobre la culpa, el peso de la memoria o la idea
de que todos somos reos.
Hace una muy buena reflexión sobre la
literatura (la escritura y la lectura) y los escritores que, ya sean cojos o
ciegos (una clasificación ingeniosa) pudiendo ser igual de observadores que el
resto de los mortales, se diferencian en que captan otros detalles.
Distingue dos tipos de autores, los que miman
con trampas al lector y los que lo aguijonean y conmocionan. Carmen Posadas
está a favor de los últimos, sin duda, y la deriva trágica de su historia lo
confirma.
También habla sobre los personajes en
relación con su autor (el alter ego como compendio de lo que les gustaría ser y
no son); sobre la necesidad de ser rutinarios y saber aprender y desaprender
para escribir una novela; sobre la superioridad de narrar en 1ª o 3ª persona y
su relación con el punto de vista; sobre los editores.
Incluye con humor una lección, y muy buena, sobre el oficio de escribir novelas de misterio. Nos habla de cómo describir los hechos criminales, del momento oportuno de introducir los sospechosos, de hacerlo de forma sistemática y veloz, de la anagnórisis (recurso literario por el que se produce el repentino reconocimiento de una persona por otra), la importancia de los detalles mínimos e incidentes en apariencia inconexos. Nos explica que la parte primordial de toda novela de misterio se encuentra cuando se elige al asesino, así como las razones para matar reducidas a eliminar un obstáculo (rivalidad, celos, venganza, deseo de suplantación).
Advierte de que los personajes secundarios no deben hacer sombra a los principales. El estudio de las coartadas, el plan metódico de visitas a los sospechosos, acompañada por el ayudante, para luego analizar los detalles.
Otro tema primordial es el de la relación
entre madres e hijas: la maldad y la maternidad tardía. Interesante el papel de
encubridoras que todas las madres adoptan ante las maldades de los hijos.
Precisamente, el final de la historia es un buen ejemplo. También están los
amores tardíos y, en definitiva, las nuevas relaciones.
Expone la importancia de decir la verdad a
los niños.” Le ha dicho que era adoptada”. Hay un pensamiento interesante sobre
los hijos adoptados respecto a sus padres: no les importa lo que no les gusta
porque, en algún sitio, lejano, su “verdadero padre o madre” existe y se
convierte en su ideal.
Hay también, una auténtica filosofía de la
vida mostrada a lo largo del libro a través de los pensamientos de Luisa, o de
Carmen O’Inns, su criatura literaria. La protagonista, Luisa (alter ego de
Carmen Posadas, probablemente) y Carmen O’Inns (alter ego de Luisa), se perfila
como el nuevo prototipo de heroína - mujer moderna: no se casa con nadie, no
renuncia a la maternidad, es independiente económicamente, posee una mentalidad
abierta, laica, tolerante, tiene una concepción del sexo separada del amor,
posee una mirada escéptica sobre el mundo, es realista e irónica. y también
provocativa.
Son
variados y relevantes asuntos, que darían, independientes, para varios relatos
distintos. En “Juego de niños” están bien hilados en una trama unitaria. “Juego
de niños” es una novela trascendente.
Carmen Posadas
Carmen Posadas es,
ante todo, escritora. Cierto que es guapísima; famosa, principalmente, por
haber estado casada con Mariano Rubio, ex gobernador del Banco de España;
cierto que pertenece a la jet set.
Carmen Posadas
nació en Montevideo (Uruguay) en 1953 y vivió allí hasta los 12 años.
En 1965 se
trasladó a Madrid con su familia. Después ha vivido en Moscú, Buenos Aires y
Londres, ciudades todas en las que su padre fue embajador.
Su obra ha sido
traducida a 23 idiomas y en 2003 la revista Newsweek la señaló como una de las
autoras más relevantes de su generación.
Carmen Posadas es
consejera de la Universidad Europea de Madrid donde se ha creado La Cátedra
Carmen Posadas.
Es profesora Es
profesora Honoris Causa por la Universidad Peruana de Artes Aplicadas desde el
año 2010.
Sus libros se
publican en más de cuarenta países. La acogida internacional, tanto de lectores
como prensa especializada, ha sido inmejorable.
Su obra
"Cinco moscas azules" (1996), “Nada
es lo que parece" (1997), una colección de relatos. "Pequeñas Infamias", novela con la que ganó
el Premio Planeta en 1998, "La bella Otero" (2001), "El buen
sirviente" (2003), "A la sombra de Lilita"(2004), "Juego de
niños", (2006),"La cinta roja (2009).
Unos 20 libros de
literatura infantil, entre ellos "El señor viento Norte", que obtuvo el
Premio del Ministerio de Cultura al mejor libro infantil editado en 1984.
Ensayos y guiones
para el cine y la televisión.
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