Ángel Cassiel

Ángel Cassiel

El nombre de Cassiel, que podemos traducir por Velocidad de Dios, es conocido como Tzafkiel, cuyo significado es Conocer a Dios. Su nombre se escribe Cassiel o Casziel.

Cassiel es el Ángel de la Templanza y Príncipe del Orden de las Potestades.

Provee serenidad y enseña moderación, calma, templanza y sobriedad.

Uno de sus atributos es conocer las frecuencias y por lo tanto preside los delfines, y la vida oceánica en general.

También es el príncipe predominante del séptimo cielo y uno de los príncipes de la orden de energías. Encarna la Justicia y la Protección, los honores merecidos y los castigos justos. Es El Juez Inapelable.

 El ángel Casssiel se asocia con las leyes del Karma y ayuda a las personas a entender la Ley de la Causa y el Efecto. Une el mundo material con el espiritual. Por eso es invocado en la meditación o limpieza energética.

Con respecto a los asuntos espirituales, en sus manos están el tiempo (Cronos) y las limitaciones humanas que el hombre encuentra para su desarrollo.

Su metal es el plomo, su gema la turmalina negra, ónix negro y grises oscuros.
Es el ángel de Capricornio y Acuario En la astrología está relacionado con las aguas primordiales, la oscuridad y la inercia.

En el tarot, se asocia en ocasiones a la carta de El Ermitaño y de esta forma, también a Saturno. Este planeta, rige las estaciones y el tiempo, con su lento movimiento haciendo que parezca un anciano.







Aspecto


Como Tzafkiel, es a menudo llamado la Atalaya de Dios, porque se le representa de pie sobre las nubes celestiales, mirando por encima de ellas, por su papel de velar por las personas.
Tzafkiel también se le muestra sosteniendo un cáliz de oro en sus manos, que simboliza el agua del que fluye el conocimiento.
 

Atributos

Este Arcángel ayuda a las personas a aprender a amar a los demás con el amor incondicional que Dios tiene para ellos, resolver conflictos, a perdonar, y desarrollar la compasión que motiva a la gente para servir a otros en necesidad.

Cassiel es el ángel de la soledad y las lágrimas, de la destrucción en cierto modo,  pero también de la renovación y la unión con uno mismo y con la Divinidad.

 Él ayuda a las personas a aprender la paciencia y anima e impulsa a superar obstáculos crónicos que han interrumpido la alegría por mucho tiempo.

Cassiel sana los traumas de la infancia y la adolescencia.

Cura la depresión y otorga vitalidad. Cassiel, Cassiel, Cassiel, es una energía mágica que desea comunicarse con nosotros para reducir nuestro karma, una energía esperanzadora nos invade. Su nombre es una medicina. Elimina cualquier bloqueo que tengamos, dando paz y alivio al alma. Cassiel erradica el mal o la negatividad en todas sus formas.

Cassiel hace fluir con éxito y rapidez cualquier práctica interior que hagamos.

Cassiel nos aparta de compañías nocivas, de las cuáles no nos habíamos dado cuenta, por aquello de "nada es lo que parece".

La voz de Cassiel se escucha en el silencio, este Arcángel ama el silencio y le encanta.

Trae a nuestra vida la luz necesaria para ver con claridad el camino del destino. El camino de la vida se hace cuesta arriba y el cansancio se manifiesta en tu alma, sin entender qué ocurre en realidad; te despierta una sensación de insatisfacción  el día a día.  Te dan ganas de abandonar gran parte de tu equipaje en tu camino por la vida.
Entonces el ángel Cassiel se manifiesta para que veas con claridad las distintas oportunidades que la vida te ofrece. Él te ayudará en estos momentos a tomar las decisiones acertadas para que veas con claridad un camino de luz, de verdad, de seguridad y confianza.

Oración:

“Amado Ángel Cassiel, gracias por tu presencia la cual recibo con amor y gratitud. Enséñame la mejor forma para resolver este obstáculo que me molesta tanto. Si este obstáculo tiene que ver con mi karma y es la consecuencia de algo erróneo que yo cometí, pido ahora disculpas por todos aquellos eventos y momentos en que de alguna forma irrespeté, herí o lastimé a cualquier persona o ser de la Creación.

Tomo consciencia de que no soy perfecto y asumo la responsabilidad de todas mis decisiones y pido el perdón de Padre-Madre-Dios, de mí mismo y de todos los seres que lastimé consciente o inconscientemente.

Y, si he de vivir este obstáculo ahora, enséñame cómo puedo resolverlo, vivirlo y tolerarlo de la mejor forma para mi mayor beneficio y el de todos quienes tienen que ver con él.

Que la Luz de mi intención en Luz se expanda y decido aquí y ahora, consagrarme a la Luz de Dios y hacer el bien todos los días sembrando luz, amor y bienestar en todos los reinos del Creador. Así es y hecho está.”