EL
JINETE POLACO es una novela singular que ganó el Premio Planeta en 1991. Obra maestra de la literatura
contemporánea en castellano. Su
título alude a un grabado de la obra del
mísmo título de Rembrant. .
Nos
cuenta la vida de Manuel Moreno y la de su familia, la mentalidad de la gente
sencilla de una ciudad media de provincia, Mágina, que en realidad es Úbeda,
Jaén. Con ellas, la vida de España y la sociedad española desde la II Republica
-por no decir la guerra de Cuba- hasta nuestros días.
Argumento:
Manuel trabaja como traductor
simultaneo. Viene a Madrid para un congreso y allí se encuentra con Allison. Dos
meses después, Manuel está en Chicago, y
Allison aparece. Ahora se llama Nadia Galaz, que acaba de regresar de enterrar
a su padre en New Yersey. Y, además, le conoce de Mágina. Se lo lleva a su casa
–adiós avión a Madrid- y a partir de aquí, Nadia le cuenta su vida y entre los
dos reconstruyen los huecos que el lector no conoce de la historia de Mágina.
Manuel
regresa a Bruselas, donde encuentra un mensaje de su madre que le anuncia la
muerte de la abuela Leonor. de nuevo en Mágina los recuerdos. Y,
por pura casualidad, ve la momia de la mujer incorrupta en un anticuario.
Pregunta y... por fin conocemos la historia de la momia y los misterios que la
acompañan.
A todo esto, Nadia está viniendo desde
Manhattan a Mágina para quedarse con Manuel. Acaba con Manuel rezando
una oración, pidiendo un futuro feliz con ella.
ANTONIO MUÑOZ MOLINA desarrolla EL
JINETE POLACO en tres largas partes:
En la primera, El reino de las voces, más onírica que las otras, Manuel está con Nadia y le cuenta sus recuerdos y los de su familia hasta que Nadia vuelve a Mágina. Aparecen todos los personajes, en un conseguidísimo desorden.
En la primera, El reino de las voces, más onírica que las otras, Manuel está con Nadia y le cuenta sus recuerdos y los de su familia hasta que Nadia vuelve a Mágina. Aparecen todos los personajes, en un conseguidísimo desorden.
La segunda parte, Jinete en la tormenta (como la canción de Jim Morrison),
con una narrativa mucho más lineal, cuenta el periodo que pasa desde que Nadia
llega por primera vez a Mágina, hasta que Manuel marcha a Madrid. Las vidas de
Manuel y Nadia discurren, al menos aparentemente, en paralelo: no se
encuentran, no se cruzan.
En la tercera parte, El jinete Polaco, nos cuenta el encuentro entre Nadia y Manuel.
En la tercera parte, El jinete Polaco, nos cuenta el encuentro entre Nadia y Manuel.
Sentido de la obra: memoria y deseo
A sus treinta y cinco años de edad, Manuel, protagonista de El
jinete polaco, ha visto realizados todos los proyectos que forjó en su
adolescencia. Deseaba huir de la mediocridad y el provincianismo de su
localidad natal, Mágina. Y lo ha logrado. Manuel trabaja como traductor
simultáneo para organismos internacionales. Dispone de la independencia
necesaria para hacer en todo momento lo que quiera.
La consecución de sus sueños, sin embargo, no ha reportado la
felicidad esperada y Manuel comienza a adquirir conciencia de que el precio
pagado ha sido demasiado alto. Ha renunciado a su pasado y a Mágina, ha perdido las coordenadas que demarcaban su
identidad. Todo cambia cuando, en un congreso en Madrid, Manuel se enamora de
una neoyorquina de ascendencia española llamada Nadia. El protagonista abandona
su proyecto y decide construir un hogar junto a su amada.
El deseo es que Manuel recupere su diluida identidad, para lo
cual resulta imprescindible rescatar el pasado -una historia que dé cuenta de
quién ha sido, de quién es-. De este modo, Manuel asume el papel de narrador de
su propio pasado.
El estilo literario:
En EL JINETE POLACO no hay orden en la
exposición de los sucesos; al contrario: el relato se va formando a medida que
uno lee, a base de pistas y de sugerencias y de referencias y de repeticiones. Los
temas van y vuelven, iguales pero distintos, insistiendo unas veces en una cosa
y en otras veces en otras, componiendo un cuadro familiar completo.
El texto se estructura a base de larguísimos
monólogos dichos o pensados, pocas descripciones y poquísimos diálogos.
El resultado es un estilo repetitivo que
de primeras deslumbra y no resulta aburrido, con un ritmo bien conseguido, en
ocasiones lento e incluso muy lento. Ritmo que consigue con frases muy largas,
con listas muy largas. También lo consigue acercándose al tema en espiral, una
espiral quebrada y discontinua: poco a poco y a saltos.
Recuerdos fragmentarios, que van saltando en
el tiempo y en las personas, que mezclan fundamentalmente tres momentos (el
encuentro de la mujer incorrupta, el entorno de la guerra civil española, el
presente) y los mismos personajes en cada uno de esos momentos.
El protagonista
es como un narrador que todo lo sabe, porque lo ha vivido o porque se lo han
contado. El protagonista y el autor mezclan sus voces: muchas veces es Manuel
quien habla en primera persona, y otras veces es MUÑOZ MOLINA quien nos cuenta
las cosas, explicándonos qué le pasa, qué siente, qué hace Manuel. Para el
recuerdo utilizan –autor y protagonista- el recurso a las fotografías de Ramiro
Retratista, para ir contándonos toda la historia. Úbeda (Jaén)
Crítica:
Un libro magistralmente escrito, narrativa en estado puro, el deleite de la belleza de la palabra, de las descripciones de un paisaje, de personajes cercanos y sus circunstancias.Sus historias muy bien cimentadas, construidas y acabadas, y sus personajes carismáticos y creíbles casi siempre: el poso que dejan en el recuerdo es poderoso y muy agradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por su participación en esta página