Sinopsis
La historia gira
alrededor de Mattia y Alice. Mattia es un niño superdotado de siete años que
tiene una hermana melliza discapacitada psíquica a la que abandona un día en un
parque y no vuelve a ver nunca más. Al mismo tiempo, Alice tiene un accidente
de esquí que la dejará coja.
Ambos viven una
infancia condicionada por las presiones y los errores de los padres: la madre
de Mattia le obliga a hacerse cargo constantemente de su hermana convirtiéndolo
en responsable de su desaparición; Alice se ve obligada a practicar esquí a
pesar de no gustarle y a responder de este modo a las expectativas de unos
padres más preocupados por su apariencia que por las necesidades de su hija.
Ya en el instituto, Alice es una adolescente con una baja autoestima, anoréxica, como consecuencia de su cojera y de las burlas constantes que soporta por parte de su compañera de clase Viola y sus amigas. Su afán por ser aceptada la lleva a hacerse un tatuaje de una flor que hace referencia al nombre de su amiga.
Mattia estudia en
el mismo centro que Alice. Tiene muchas dificultades para relacionarse, pero es
muy conocido entre sus compañeros por su mente brillante en las matemáticas. Mattia
se autolesiona.
Aprovechando que
Alice todavía no ha tenido novio, Viola organiza una fiesta en su casa para
celebrar su cumpleaños e invita a Mattia para que se conozcan. Cuando esto
ocurre, Alice es una vez más traicionada por la envidia y los celos de su
"amiga" Viola y a partir de entonces nunca más volverá a confiar en
ella. Es en este momento, al sentirse más sola y abandonada que nunca por sus amigas
cuando encontrará en Mattia a un amigo sincero y dispuesto a escucharla y en
quien poder confiar a pesar de su carácter poco comunicativo.
La semejanza de
caracteres, sus dificultades para relacionarse con el entorno y las malas
experiencias de la infancia y la adolescencia serán el germen de la firme
amistad que surge entre ellos y que los mantendrá unidos a lo largo de los años.
Y, al igual que los números primos, viven la soledad de quienes no acaban de
encajar en la sociedad.
Una relación que va avanzando siempre adelante y atrás,
a punto de cruzar y unir sus caminos, pero sin terminar de conseguirlo.
Origen y edición
En este libro,
explica el autor, Mattia y Alice, los protagonistas, son dos "números primos gemelos",
separados por un único número par que no les permite encontrarse, a pesar de
estar tan cerca.
Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43.
Mattia pensaba que Alice y él eran así, “dos primos gemelos, solos y perdidos,
juntos, pero no lo bastante para tocarse de verdad».
Personajes
En palabras del
propio autor, este libro es "extremadamente representativo de un cierto
mundo juvenil de la burguesía opulenta, que ofrece comodidades a sus propios
hijos dejándolos en la más absoluta soledad y abandonados a sí mismos".
Giordano presenta
la frustración de dos existencias golpeadas por el infortunio.
Alice sucumbirá al
principio de Arquímedes, una ley física que la convertirá por azar en una
tullida. La naturaleza no repara en el sufrimiento. Para el universo, las
emociones son intangibles e irrelevantes; para el hombre, representan lo
esencial.
Mattia contempla a
su hermana gemela y experimenta la sensación de una existencia duplicada. Al
igual que los dioscuros (Cástor y Pólux), son idénticos y divergentes. La
muerte les aleja y la eternidad les une con un lazo indisoluble.
Mattia prolongará
la existencia de Michela en una memoria que palpita como una herida abierta.
Ensimismado, taciturno, pero con una mente privilegiada para las matemáticas,
la culpabilidad le impedirá entregar y recibir afecto.
Seres diferentes,
muy diferentes a todos los que les rodean y eso sólo puede determinar una cosa;
que sean rechazados y que ellos mismos rechacen el mundo que les rodea. Quienes hayan
tenido una infancia, adolescencia y juventud difíciles se verán fielmente
reflejados.
«Pasaron los años
del instituto como de puntillas, rechazando él el mundo, sintiéndose ella
rechazada por el mundo, lo que a fin de cuentas terminó pareciéndoles lo
mismo”. (Página 111)
Mattia fuera de la racionalidad de los
números, no es capaz de madurar como persona, de tener fe en sí mismo: «Al
contrario de lo que les sucede a las personas normales, que ganan confianza
según envejecen, el confiaba en sí mismo cada vez menos.» (Página 206).
Opinión
La gran narración
que alberga esta obra no deja a nadie indiferente. Su comienzo, esos dos
primeros capítulos pilares fundamentales del relato, en los cuales el autor se
basa para el posterior desarrollo psicológico de los personajes son agobiantes
y nos atrapan al instante.
El entramado de la
obra, en capítulos alternos en protagonismo de los personajes hasta la unión de
sus vidas, nos deja expectantes respecto al despliegue de la acción. Y es a
partir de este momento, y a lo largo de bastantes años con ciertas elipsis, en
el que la novela, de título perfecto, nos arrolla y nos perturba como pocas.
Son los aspectos
perturbadores de la novela los que dan carácter al relato y los que más nos
dejan mella. Me cautiva esa destreza en las muestras de autodestrucción de los
dos seres protagonistas. Su soledad, marcada desde su infancia, se va acrecentando
y siendo insostenible. Sus vidas son paralelas, pero a la distancia infinita en
que están esos números primos gemelos con un solo número entre ellos. Y ese
espaciamiento matemático, mágico y poético les arrastra en sus vidas: cada vez
más distantes, más solitarias y erráticas. La analogía de las parejas de números primos
es perfecta. No puede haber un símil mejor para expresar la vida de estos dos
seres.
Esta novela es una propuesta de gran calidad que rompe con los moldes establecidos de la novela tradicional. Ése es su gran valor. Un libro increíble.
Toca las
sensaciones más fuertes de nuestra infancia y adolescencia. Mattia huye. Todos
lo hacemos alguna vez, todos nos justificamos y no nos damos cuenta que ese
momento podría haber cambiado para siempre nuestras vidas. Es un libro que
habla de las consecuencias que puede traer el haber padecido un trauma en la
niñez y que éste nos acompañe a lo largo de nuestra vida adulta: miedos,
inseguridades, soledad…).
En mi opinión no habla exclusivamente de la complejidad de las relaciones personales, ni de los secretos que guardamos cada uno de nosotros al formarlas, ni del vacío que provoca la muerte de un ser querido, ni de sentirse solo, incomprendido o raro, no. Habla del origen de nuestra toma de decisiones, de las consecuencias de éstas y de un porvenir que nos auguran prometedor, cuando lo realmente importante es solucionar nuestras heridas pasadas para que las cosas sean diferentes en el futuro.
«Nada escapa a la atención de Giordano, que observa a sus personajes con la delicadeza feroz de quien sabe que la vida se compone de fragmentos, todos preciosos.» La Repubblica.
La trama parece sencilla, pero, los personajes son más
complejos de lo esperado; al terminar cada capítulo es imposible dejar de leer
el siguiente. La novela es sentida, trágica, hermosa… Hay que tener una
sensibilidad muy especial para escribir un libro así y mucho arte para que no
se convierta en una novela rosa. Con una prosa sencilla y funcional, Giordano
sostiene una trama que conserva la tensión hasta el último momento.
Un libro perfecto,
construido con la sabiduría de un narrador experto.
Una obra
absolutamente recomendable, que atrapa y subyuga. Tiene la rotundidad negra y
autodestructiva de la película “Repulsión”
de Roman Polanski y la profundidad
de las preciosas obras de Donna Tartt,
una injustificadamente olvidada autora norteamericana especialista en el
retrato de niños y jóvenes atormentados. Entre ellas, “Juego de niños”, una obra maestra de la literatura. También me
recuerda a la crudeza de la protagonista de “La pianista”, de Elfride Jelinek, una mujer atormentada por la
durísima educación estricta y controladora de su madre.
Paolo Giordano
Nacido en Turín en 1982, se licenció en Física
Teórica y trabaja en la Universidad de esa ciudad con una beca de doctorado. La
soledad de los números primos es su primera novela.
Ha vendido más de 850.000
ejemplares. Además del éxito de público, ha conseguido los premios Strega y
Campiello Opera Prima, los dos más prestigiosos de su país.